Mojarse los pies lo pienso como intentarlo, animarse, comenzar, probar...
Es esperar que las aguas se abran cuando ponemos nuestros pies en ellas.
Muchas veces los miedos o temores, no nos dejan mojar nuestros pies y nos quedamos añorando estar del otro lado del río.
Hay una historia en la Biblia que dice que el pueblo de Israel debía cruzar el río Jordán a pie, pero para que las aguas se detuvieran y se abriera un camino nuevo debían primero poner los pies en el agua. Y así lo hicieron, y así sucedió.
El miedo a intentarlo nos puede paralizar, porque no estamos dispuestos a soportar los fracasos y frustraciones. Pero "el que no arriesga no gana".
También está la incertidumbre, porque es un lugar desconocido, un camino que nunca nadie cruzó, por lo tanto no tienes ninguna referencia en que apoyarte o que te ayude. No hay huellas marcadas. Pero los desafíos que la vida nos presenta son para nuestra propia superación.
Siempre cuesta dar el primer paso, pero una vez que damos el primero estamos listos para dar el segundo y así hasta llegar del otro lado.
No tengas miedo en mojar tus pies, quizás la sensación del agua fría te haga pensar, pero a medida que vayas avanzando irás haciendo un nuevo camino para los que vienen detrás de ti.
Intenta dar el primer paso! Mojate los pies!
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